TALLER SUMAQ URPI ARAUJO
Lucy Araujo Ayala, desde niña, participa en el taller familiar marcando, doblando y cortando la hojalata. Su padre, el gran maestro Teófilo Araujo Choque, transmitió con dedicación y esmero a sus hijos la pasión por la hojalatería. Con los años, Lucy, empieza a producir mecheros en cantidad, los que vendía en ferias rurales.
A finales de los años 90 se enfoca en producir piezas ornamentales y accesorios como aretes, collares, prendedores, adornos navideños y juguetes. Posteriormente, al tener mayor destreza en las técnicas del doblado, repujado, cincelado y soldadura de calamina galvanizada y hojalata, decide formar su propio taller, produciendo piezas más grandes como candelabros, veleros, cruces y espejos que forman parte del legado artístico de la familia Araujo de Ayacucho. Desde entonces, ha venido participando en eventos y ferias regionales y nacionales, siendo reconocida como una destacada exponente de la hojalatería ayacuchana. Lucy Araujo es una de las pocas mujeres que, en la actualidad, se dedica a difundir una práctica artesanal que, desde la segunda mitad del siglo XX por la presencia del plástico y aluminio, estuvo a punto de desaparecer.